LA GRAN SACERDOTISA
APIANO LEON DE VALIENTE-
Carta N° 2 del Tarot.
- El papel de la Gran Sacerdotisa consiste en cooperar con el Gran Hacedor en la Creación del Universo Mental o Creación Macrocósmica.
- Y colaborar, además, en la Creación de nuestra Tierra Mental, tarea de carácter Microcósmico.
Si la Gran Sacerdotisa, en estas labores, coopera al Dios Innominado, comencemos diciendo que para crear, el Divino Hacedor, debe contar, como afirman los tratadistas, con dos Energías, la una Positiva y la otra Negativa que son, precisamente, las energías que componen al Todo Poderoso, y que son denominadas: Espíritu y Materia. Sólo que, en este caso, por tratarse del Todo Poderoso, nada podemos saber o intuir del origen y grado de magnificencia de esas fuerzas, que le integran.
Entonces, para crear al Universo mental, el Uno emanó de sí, por una parte, al Mercurio, que en el Oriente es una Fuerza Positiva y, por otra, a la Materia, que en ese mismo sector, es una Fuerza Pasiva o Gran Sacerdotisa Macrocósmica.
Es necesario puntualizar que aquí nos estamos refiriendo a una Creación Mental Macrocósmica.
El Cosmos mental es un concepto que está muy por encima del entendimiento de todo ser humano que no haya concluido cabalmente su propia Opus Magnum, pues sin ese requisito, carece de los cuerpos e instrumentos aptos para comprender de primera mano y en vivo lo macrocósmico. Todo ese conocimiento, por ahora, queda almacenado como un mero contenido de carácter intelectual.
No obstante lo anterior, sí se puede decir algo, en esta operación macrocósmica, con respecto al comportamiento de la Gran Sacerdotisa Cósmica, en la creación del Universo Mental, debido a su permanente conexión con el Ser humano, pero debemos mantener un silencio absoluto sobre la participación del Mercurio en la Creación de los Mundos mentales.
En efecto, Fulcanelli, menciona y reproduce una epístola, que se lee en la misa de la Inmaculada Virgen, y que da cuenta de algunas de las características de la Gran Sacerdotisa Cósmica.
Esto es lo que dice de sí la Gran Sacerdotisa Macrocósmica:
– “El Señor me tuvo consigo al principio de sus obras, antes de que crease cosa alguna”
– “De la eternidad fui predestinada y antes que fuese hecha la Tierra, aún no existían los abismos y Yo había sido concebida”.
– “Aún no habían brotado las fuentes de las aguas, Yo existía”.
– “Aún asentada la pesada mole de los montes, antes de que hubiese collados Yo había sido”.
– “Aún no había hecho la Tierra, ni los ríos, ni los ejes del globo de la Tierra, Yo existía.
– “Cuando Él extendía los cielos, estaba Yo con Él”.
– “Cuando con la Ley fija encerraba los abismos y cuando arriba consolidaba al firmamento y ponía en equilibrio los manantiales de las aguas, Yo estaba con Él.”
– “Cuando circunscribía al mar con sus términos y ponía ley a sus alas para que no traspasaran sus linderos, Yo estaba con Él”.
– “Cuando asentaba los cimientos de la Tierra, con Él Yo estaba cercándolo todo.”
Lo referido nos remonta, a la pretérita participación que tuvo la Gran Sacerdotisa Cósmica (Materia Purísima) , conjuntamente con el Creador y el Mercurio, en la erección del Universo Mental , proceso que es del todo incomprensible para el buscador que no haya concluido su propia Gran Obra.
A lo más, podemos imaginar que esas dos energías, existentes antes de la creación material que conocemos, esto es, el Mercurio o Espíritu y la Materia Purísima, o Gran Sacerdotisa primigenios, son eternos, y que, por orden del Absoluto, expelieron su aliento o vibración, por cada rincón de la inmensidad, impregnando todo el Universo, para completar sus cometidos.
LAS CUATRO GRANDES SACERDOTISAS.
En esta etapa de la exposición debemos decir que, desde el punto de vista de la Alquimia Tradicional de Alto Grado, existen cuatro distintas expresiones de la Gran Sacerdotisa:
Primera:
La Gran Sacerdotisa Macrocósmica.
Existe Una Gran Sacerdotisa Macrocósmica, sita en Oriente, inmediatamente bajo el Dios Innominado. De allí no desciende, ni se mueve, pero sus emanaciones, sus vibraciones descienden, recorren y repletan el Universo todo.
Ella está representada, en el Oriente de toda Respetable Logia Masónica en la forma de una Luna, Materia Purísima, que es la co-creadora de todo el Universo Mental.
También aparece en el Oriente Masónico el Mercurio en forma de Sol, del cual nada diremos es en esta ocasión. Él también está encargado de la Creación del Universo Mental.
Segunda:
La Gran Sacerdotisa Negra o Maculada, o La Virgen Negra.
La Sacerdotisa anterior, La Gran Sacerdotisa Cósmica, al introducir sus vibraciones, en nuestro globo terráqueo mental en formación, específicamente, en las abismales simas de nuestra tierra mental, se ennegrecieron en tal forma que, ella misma, en ese lugar, debió cambiar de nombre, para llamarse, en esa región: La Virgen Negra o La Gran Sacerdotisa Negra o Maculada.
Tercera:
La Armadura Negra:
La Gran Sacerdotisa Negra, se transforma en la Armadura Negra. La Gran Sacerdotisa Negra o Virgen Negra que mora en lo abisal de nuestro globo terráqueo mental, al informarse que el Segundo Adán, desmantelado, caería en sus brazos, resolvió, mediante un ímprobo esfuerzo, elevar su grado de conciencia, hasta arribar al nivel de discernimiento denominado Armadura Negra.
¿Te das cuenta? La Armadura Negra, tan vilipendiada, que envuelve tu Ser espiritual es una de las expresiones de la misma Gran Sacerdotisa Macrocósmica.
La Armadura Negra es, aparentemente, tu contendor más fiero, pero que al vencerla, abres tu camino hacia la Sabiduría, y a ella la tornas nuevamente en Luz inmarcesible.
Cuarta:
La Mente Inconsciente o Esposa del Mago.
Nos resta hablar de la más conocida de las Sacerdotisas, la que comúnmente se denomina la Mente inconsciente del ser humano.
Sin desmerecer su importancia, debe decirse que esta Sacerdotisa equivale a la nieta de las tres anteriores. En Efecto, las vibraciones de la Sacerdotisa Cósmica, conjuntamente con las del Mercurio, co-crearon al Alkahest, y el Alkahest creó a esa Sacerdotisa o Mente Inconsciente.
LA MUY CURIOSA, POCO CONOCIDA Y DETERMINANTE ACCIÓN DEL MAGO, Y LAS CUATRO SACERDOTISAS EN LA EXITOSA APLICACIÓN DE LA LEY DE CAUSA Y EFECTO O “LEY DE ATRACCIÓN”.
Es este un tema esbozado con seriedad, que surge y fluye naturalmente de la aplicación de los principios de la Alquimia Tradicional de Alto Grado a la simbólica carta número dos, La gran Sacerdotisa, del Mazo de Rider-Waite.
Esquema de la SUPRAFISIOLOGÍA DE LA “LEY DE ATRACCIÓN”:
Dividamos la presente hoja por la mitad, mediante una línea vertical.
Al lado izquierdo tenemos al Mago.
Al lado derecho de arriba hacia abajo:
- La Gran Sacerdotisa macro cósmica.
- La Sacerdotisa Creada por el Alkahest, o Mente Inconsciente humana o esposa del Mago.
- La Armadura Negra.
- La Gran sacerdotisa Negra o Virgen Negra
Acción de estos personajes, por orden de aparición;
1. La Armadura Negra:
Durante la Gran Caída, acoge y envuelve al Adán Segundo, o futuro Mago, y con su miasma le priva de toda conciencia, y le deja convertido en un robot, sin conexión con el Mercurio Externo, ni con su Mercurio interno.
2. El Mago.
Nos representa a nosotros, que estamos cual más, cual menos, cubiertos de luna y sol, verdaderas placas mal olientes y corrosivas, que nos limitan en grado sumo.
El Mago debe emprender una individual y colosal tarea: Lograr el derecho a pensar, y pensar bien: Entre los francmasones, esta labor consiste en trascender el pandemónium de su mundo emocionalmente trastrocado, luego, dominar la Escuadra de la Razón Lógica, y de allí ascender al campo del Compás, o reino de la infalibilidad Intuicional.
En tanto que los alquimistas, después de haber desatado el amasijo de su sol y su luna mediante los dolores causados por su estancia en la tierra, se preparan, esta vez, a volver a unir el sol y la luna, mediante alquímicos procederes, y dar lugar al nacimiento del Azufre, y dar comienzo a la increíble gesta del desarrollo de ese azufre ignaro, pasando por las durísimas pruebas de forjar los Azufres Negros, Blancos y Rojos.
Todo esto equivale a desarrollar la inteligencia, porque en la Alquimia Tradicional de Alto Grado, el término Azufre equivale a Inteligencia humana y su regeneración.
Con lo anterior, quiero decir que tenemos una inmensa gama de Magos: Magos que ni siquiera saben que son Magos, Magos zopencos o abrutados. Magos ignorantes de su poder, Magos timoratos, Magos depresivos, Magos ignaros y fanfarrones. Magos desequilibrados. Magos incapaces de concentrarse un minuto. Magos que creen que no pueden visualizar correctamente, Magos tensos y con estrés. Magos que sostienen que a ellos no les puede resultar nada.
El mago – todos nosotros somos magos – de hecho están afectado por una que otra falla, susceptibles de corregir.
El Mago está dotado de una Mente consciente, que es la única capaz, en este planeta, de pensar con discernimiento y sus pensamientos, siempre que sean sistemáticos, reiterativos y dirigidos, ineluctablemente se concretan en el plano físico, de una manera fluida y natural, de modo que en sus primeros tratos con la Ley de Atracción, el Mago debe estar muy consciente para darse cuenta que está envuelto en una corriente vibratoria, que le está materializando sus principales deseos, sean éstos buenos o malos.
Repito, Magos… hay billones de ellos en esta tierra, o por lo menos, tantos como sea el número de habitantes que haya este globo terráqueo. Un niño de pecho que sienta hambre y comience a llorar, ya es un Mago que obtiene su objetivo cuando su madre lo amamanta.
La Mente Consciente de la gran masa humana, rumia perpetuamente pensamientos e imágenes mentales malsanos, desfigurados o inoficiosos.
Debido a lo anterior, la mente consciente o Mago transita desde la Oscuridad a la Luz, con un paso estantío, es decir, flojo, pausado, con detenciones, y sin espíritu, y es, en su quehacer diario, una máquina torpe, deterioradora, al crear de continuo imágenes mentales destructivas, transformándose en un nefando surtidor de imprecaciones, blasfemias, calumnias, dudas y recelos contra sí mismo y los demás.
Que quede bien en claro, el proceso de Concretización que es reglado por la Ley de Atracción es INFALIBLE, SIEMPRE EXITOSO Y VERAZ, por tratarse de un sistema de carácter macrocósmico e implantado por el Todo Poderoso, y se entiende que el Hacedor, por ser tal, no puede quebrantar sus propias leyes.
La cuestión radica en que cualquier pensamiento o imagen mental que sea derrotista, pesimista, desintegrador o, por el contrario, brillante y exitoso, y que sistemáticamente ronde por la mente consciente, en forma sostenida, regular y dirigida, se concretarán, SIN QUE SE TOME EN CUENTA QUE SU NATURALEZA SEA POSITIVA O NEGATIVA.
De modo que aquellos que concretan calamidades, grandes fortunas o penetran en el escondido conocimiento de las antiguas y augustas corrientes esotéricas, igualmente tienen éxito en sus resultados o concreciones, porque eso es precisamente lo que han sembrado y cosechado, de conformidad a sus conscientes mentalizaciones.
Y ¿Por qué esto tiene que ser así? Lo explicará el tercer personaje que se introduce en nuestra exposición:
3. La Gran sacerdotisa creada por el Alkahest, o Mente Inconsciente del ser humano o Esposa del Mago.
Equivale a una Estafeta u Oficina de Correos a la cual llegan todos aquellos pensamientos que el Mago ha transformado en imágenes mentales y que han circulado en su mente consciente, de un modo persistente, dotado de precisión y provisto de una dirección específica.
No le corresponde a la Sacerdotisa o Mente Inconsciente, la Esposa del Mago, distinguir si tales pensamientos o imágenes que recibe son brillantes exitosos, o enormes calamidades que, un día agobiarán al torpe Mago.
Y esas son las misivas o semillas que, una y otra vez, ¡Siempre! son enviadas automáticamente por Magos enclenques e ineptos esta Oficina de Correos o segunda expresión de la Gran Sacerdotisa. Esa bazofia, que más temprano que tarde atragantará y paralizará a sus emisores.
Todo ese conjunto de abigarradas auto- maldiciones, o excelentes ideaciones de negocios o planes de superación son cuidadosamente recogidas, por la esta Sacerdotisa, Mente Inconsciente o Esposa del Mago, quien sin detenerse a discernir el carácter negativo o positivo de sus condiciones, las remite cumplidamente a La Gran Sacerdotisa, Macrocósmica que es el cuarto personaje que se hace presente en este relato.
4. La Gran Sacerdotisa Macrocósmica.
Es aquella que siempre permanece en el Oriente, y que con sus vibraciones, creó el Universo Mental. Ella recepciona las peticiones que le remite la Mente Inconsciente, o Esposa del Mago, y como tampoco es de su incumbencia ponderar si el contenido para que las haga efectivas, tampoco es de su incumbencia ponderar si el contenido de las peticiones, van en beneficio o no del solicitante, y mediante su Omni-Potencia, Omni-Sapiencia, y sobre todo, por el macrocósmico conocimiento que posee sobre el manejo de electrones, células y moléculas determina, sin apelación posterior, procede a la materialización de la solicitud del Mago.
Del mismo modo, fija o determina, por sí misma, el momento de su materialización, material que, finalmente, envía a la Esposa del Mago, para que termine de concretar y entregar lo requerido a su autor, el Mago.
Según aparece, del conocimiento que surge de la superposición de los principios sustentados por el Tarot y, los preceptos de la Alquimia Tradicional de alto Grado, en la aplicación de la Ley de Atracción, no sería recomendable determinar fechas específicas, para se concretice lo solicitado. ¿Por qué? Porque ¿Cómo podría el Mago que, en su actual condición, es finito y en desarrollo, imponer su voluntad, o aconsejar a la Gran Sacerdotisa Macrocósmica, que es Infinita, Omnisciente y Omnipotente, sobre una fecha determinada en que deba cumplirse su petición?
En este mismo orden de ideas, la mayoría de los autores están contestes, en que hay que solicitar el beneficio, pero no especificar la forma en que éste se ha de concretar, pues tal circunstancia queda en Manos de la Gran Sacerdotisa Cósmica.
Y ¿A quién debemos agradecer mientras llevamos a cabo el proceso de materialización? Puesto que estamos ante un proceso macrocósmico, caracterizado por un automatismo superior e infalible que para actuar, sólo se mueve por un mecanismo superior, y no en consideración a sentimientos personales. Quizá lo que deberíamos agradecer es el poder tener acceso a una Ley infalible, certera, ineluctable, cuyo resultado bueno o malo, dependerá de la inteligencia del respectivo Mago.
¿No creéis que se imponga al Mago una exigencia casi imposible de cumplir, cuando se le pide que SIENTA, SIN NINGUNA DUDA, QUE LO QUE HA PEDIDO Y SABE QUE AÚN NO TIENE, REALMENTE LO TIENE? ¿No es mejor que piense que lo que ha solicitado ya lo tiene porque su petición ha ingresado en un proceso infalible y macrocósmico?
Como ya dije, lo expresado hasta aquí ha derivado de la yuxtaposición de la simbología de la Gran Sacerdotisa, del mazo diseñado por Pamela Rider y sugerido por Edward Waite.
Ahora quiero exponer las experiencias, que Yo mismo, y de primera mano, he tenido sobre este particular, movido más que por un deseo de ostentación, por el deber de rendir un sentido tributo a dos grandes Maestros: José Silva y Emerita Arriagada G. El uno fundador del Método que lleva su nombre, y la otra una insigne y brillante profesora de ese sistema.
Estimo que el mejor homenaje a ellos es relatar las experiencias que viví a raíz de sus lecciones.
Hace unos treinta y tantos años atrás, adquirí un pequeño libro denominado “El Método Silva de Control Mental”. Me fascinó, lo leí raudo en unas cuatro horas, y lo volví a leer y subrayar infinidad de veces. No sólo versa sobre la Ley de Atracción, es una pequeña enciclopedia de temas trascendentes.
Me auto impuse el sistema de prácticas recomendado por el autor: 3 sesiones diarias de 20 minutos. En ellas visualizaba montones de dinero, billetes que había memorizado con todo detalle, tales figuras mentales las gestaba siempre, en un profundo estado alfa. No fijaba ni fechas o plazos para su concretización, ni menos precisaba la cantidad de dinero que quería, sólo imaginaba, mazos de dinero que venían hacia mí, rodeándome. Mentalmente los tocaba, miraba, olía, gustaba y escuchaba, después de unas semanas o pocos meses, no recuerdo con claridad, comprobé que de las maneras más variadas, pero siempre obvias y normales, me llovía dinero de todas partes.
En dos situaciones distintas, perdí una subida suma de dinero, una en forma de un fajo de billetes, y la otra, en forma de cheque bastante alzado, que me importaba mucho.
En efecto un día miércoles muy ajetreado, comencé, en la noche, a sentirme a la vez desanimado y preocupado, sin tener un motivo aparente para ello. De pronto una idea se instaló en mi mente: ¡Perdí mi sueldo mensual! Busqué en todos mis bolsillos y nada. Deseché la idea de buscar en mi escritorio, había tantos libros allí, que era baldío buscar el dinero durante las horas que restaban antes del próximo día. ¿Qué hago? Recordé que mediante el sistema de Control Mental Silva, era factible, durante el sueño, ver o encontrar cualquier objeto perdido. Descendí a nivel alfa y me dije: Mientras duerma sabré dónde están esos billetes perdidos y me fui a acostar, con bastante sangre fría, de otro modo me habría desvelado, y no dormiría, como tenía que hacerlo.
Me dormí, sin despertar en toda la noche, y experimenté la sucesión de varios sueños cortos, cada uno con su propio argumento. Yo, entre ellos pensaba… ¡Aún no veo el dinero!
Al final, casi al amanecer, los sueños fueron barridos, como si se descorriera una cortina en la que se estaban proyectando, en el espacio que quedó a la vista, vi en un segundo… en colores, y como un fogonazo, al dinero perdido, que se desplegaba como un abanico, adherido a una muralla y el resto desparramándose en un piso encerado, conformado por tablas o tablones extremadamente estrechos. Era la inconfundible casa de Estudios Filosóficos, donde Yo desempeñaba el cargo de Orador. Concurrí allí, durante las primeras horas de la mañana, subí al segundo piso, y allí, donde Yo había desempeñado mi cargo, estaban los billetes en la misma disposición en que los había soñado.
En la segunda ocasión, desapareció inexplicablemente un cheque que había dejado sobre una mesa. Utilicé el mismo proceso del sueño, y vi que una ráfaga de viento lo había lanzado girando, contra una muralla de azulejos blancos, allí, en la base de la muralla quedó adherido por su anverso, y como su reverso era tan blanco como el muro, era muy difícil distinguirlo a primera vista.
Así, en el lapso de pocas semanas, el libro, como el curso de Control Mental se habían pagado solos.
Quiero abreviar, durante los tres años en que practiqué sistemáticamente ese Sistema de Control Mental Silva, adquirí:
-Una hermosa casona en la ciudad de Puerto Varas, que vendí en una gruesa suma de dinero y que sus sucesivos dueños han destinado a Hotel y hoy funciona en ella un respetable pub. Originalmente nadie la quería comprar, porque los arrendatarios de aquél entonces no permitían verla, manteniendo el inmueble hermética cerrado “a piedra y lodo” .Yo la visualicé en mi Taller Interno, según el Método de Control Mental Silva, y al comprobar que era una ganga, vale decir una casa valiosa, vendida por un precio bajo, la compré a ojos cerrados y no me equivoqué.
-Terreno en Huelmo, frente al lago.
-Una casa en la ciudad de Lago Ranco. Esta casa tiene una historia propia del Método Control Mental Silva.
En efecto, mientras viajaba con mi familia en un Bus Inter-provincial, tomé un amarillento y viejo plano de la región, cerré los ojos, y apuntando al azar, dije ¡Aquí quiero comprar una casa de veraneo! Abrí los ojos, y mi dedo índice derecho, estaba posado sobre un lago, cuya forma era la de una bruja desdentada. (El Lago Ranco). Dos semanas más tarde, nuestra queridísima amiga Rebeca, nos informó que Carlos, su primo Juez, le había dicho que junto a su casa de veraneo, en el citado lago, se vendía otra propiedad de la misma naturaleza. El resto pueden adivinarlo…
-Dos apartamentos en la ciudad de Santiago,
-Y hasta recibí una herencia.
Todo eso en tres años, sin premeditarlo y como caído del cielo, seguramente por el hecho de no fijar fechas límites de concretizaciones, ni menos determinar cantidades precisas de dinero. Era como vivir en Jauja.
Abandoné esa saludable práctica, cuando determiné que mis crecientes investigaciones alquímicas, no se avenían con la mágica caza de riquezas. Ahora estimo que cometí un error, pues no hay ocupación más noble que la dedicada a reunir una fortuna, si se desea ayudar con ella a los necesitados.