Ireneo Filaleteo Capítulo 21 – II

Reflexiones Menores de la Entrada Abierta al Palacio Cerrado del Rey

Capítulo 21

De la Combustión de las Flores y de Cómo Evitarlas

Acápite II

Enunciado

Ireneo Filaleteo nos alecciona diciéndonos que:

Si la tierra ha empezado a retener una parte de agua, consiguientemente habrá deficiencia de vapores.

El fuego podrá ser llevado por encima de sus límites sin inconveniente alguno para el vaso, pero la Obra será echada a perder por esta causa y producirá un color de adormidera silvestre.

Y al final todo el compuesto se convertirá en un polvo seco inutilmente rubificado (color cojo).

Juzgarás por este signo que el fuego ha sido demasiado fuerte, tanto como para haber sido enemigo de la verdadera conjunción (tanto del Azufre con el Mercurio, el verdadero Rebis).

Análisis

Al igual que en el capítulo anterior, el neófito con ansia febril anhela dominar los secretos de la Alquimia en un solo instante, y para este efecto contraviniendo las instrucciones de su instructor, realiza el Solve et Coagula en una cantidad indebida, muy superior a la que corresponde, según lo establecido en el desarrollo de la Obra.

Con esta acción mal sana se producen dos efectos:

  1. El efecto primero es un acto normal, el Alkahest atraído por el Solve et Coagula, fustiga y acicatea a las materias metálicas, de las cuales extrae un agua pura o mercurio puro incipiente, y por otra parte,
  2. actúa un fuego esencialmente metálico que surge de las materias corrompidas o materias impreparadas, las que la ser tocadas por el Alkahest irradian un color bajo y corrosivo, cuya irradiación compulsiva y corrupta se impone al Alkahest, y echa a perder la obra, produciéndose un color de adormidera silvestre.

Este fuego demasiado fuerte impide la conjunción del azufre con el mercurio o formación del Rebis Primero.

Finalmente el proyecto de la obra queda reducido a un polvo seco inútilmente enrojecido. En este caso la materia del neófito realiza una falsa imitación de la obra.